Ya se habían tardado en cargarle la manita. Seguramente la mayoría de ustedes han visto en las noticias y periódicos los sucesos de la terrible matanza en Newtown, un poblado en Connecticut, Estados Unidos. Un desquiciado joven de 20 años llamado Adam Lanza asesinó a su madre para posteriormente apoderarse de varias armas de su colección y abrir fuego contra estudiantes y maestros en una escuela. La tragedia contabilizó 27 muertos, entre ellos 20 niños.
¿De quién fue la culpa? Para el periodico británico Express, la matanza fue “inspirada” por el videojuego Dynasty Warriors, según explica el rotativo en un artículo de su página web.
El texto, titulado “Killer Adam Lanza obssessed with violent videogames” (Asesino Adam Lanza, obsesionado con videojuegos violentos) sugiere -sin decir exactamente la razón- que Dynasty Warriors, “un juego de fantasía y guerra terriblemente violento” sirvió como “inspiración para actuar de acuerdo a sus más oscuros pensamientos”.
Mientras que más adelante el mismo artículo define que el joven tenía un historial de problemas sociales y de conducta -al igual que su madre-, que no pudo superar el divorcio de sus padres, que llevaba dos años sin hablar con su hermano mayor, así como tener fácil acceso a una amplia variedad de armas, el Express prácticamente infiere en su titular que los videojuegos tuvieron que ver en la matanza de Connecticut.
Este tipo de noticias sensacionalistas, más hechas con el ánimo de vender y crear polémica que de informar, son las que crean toda una serie de ideas infundadas sobre los videojuegos y los pasatiempos en general. Mientras que el Express se refiere a Dynasty Warriors como “terriblemente violento” nunca califica el hecho de que la madre del asesino lo llevara a prácticar tiro y se preparara para el fin del mundo. La noticia ha sido retomada por varios otros medios que también desean encontrar en los videojuegos un chivo expiatorio a quien culpar.
