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  • Crítica de Búsqueda Implacable 3

    Crítica de Búsqueda Implacable 3

    Una de las frases más trilladas en la industria del cine es que segunda partes nunca son mejores, y aunque no suelo estar de acuerdo con ella, también hay películas que se pintan solas para servir como ejemplo. Justo como la obra a la que dirijo esta crítica, que si bien en este caso no se trata de la segunda entrega sino de Búsqueda Implacable 3, ilustra perfectamente que hay filmes que jamás debieron tener secuelas.

    Búsqueda Implacable 3

    Algo que señalé en su momento de Búsqueda Implacable 2 fueron los pocos riesgos que tomó con respecto a la exitosa y vertiginosa primera parte. La nueva aventura del agente semi retirado Bryan Mills (Liam Neeson) era una calca exacta de la primera en cuestión del argumento central (le secuestran a alguien, sale a buscarla), quitando las pequeñas subtramas y partes de suspenso para –según el director Olivier Megaton- compensar esto con mucha, muchísima acción.

    El resultado fue un filme soso y sin ideas, que lo único para lo que sirvió quizá fue para extender la leyenda de Bryan Mills como un personaje invencible y que te perseguirá hasta el fin del mundo con tal de encontrarte y ajustar cuentas. Puedes ser muy malo, pero nunca tan malo como el buen agente Mills.

    En este sentido destaco que la apuesta de Olivier Megaon para Búsqueda Implacable 3 al menos sí tomó un riesgo de entrada. Esta vez no secuestraron a su ex esposa o su hija –ya sería el colmo que le secuestraran al yerno-, sino que se topa apenas en los primeros 20 minutos de metraje con el asesinato de su ex pareja, Lenore (Famke Janssen) en su propio departamento.

    Sí, no más secuestros y búsquedas por encontrar con vida alguien, ahora se torna personal. Tan personal como un montón de películas ochenteras y de los 90 que podemos ver inmediatamente reflejadas en esta idea. Para llenar el frasco de los clichés sobados ya sólo queda incrustar la frase: “lo culpan de un crimen que nunca cometió”, y Búsqueda Implacable 3 no nos queda mal, pues sin mediar razón alguna la Policía lo considera el principal sospechoso.

    Minutos después está Bryan Mills huyendo a unos dos o tres kilómetros por hora –quiero creer que corriendo-, mientras un grupo de agentes  más jóvenes –y visiblemente más rápidos- no pueden alcanzarlo, vaya, ni siquiera se dan cuenta por dónde se les escapó. El retirado combatiente está enojado, contra la pared y afilando las garras: que comience la matanza.

    Busqueda Implacable 3
    Más viejo pero más rudo, Bryan Mills todavía puede fracturar algunos cientos de huesos.

    Mucha acción, poco suspenso

    Tengo que reconocer que a pesar de que no me gustó ni tantito la segunda parte, soy de esos necios insensatos que siguen confiando en que una nueva  secuela rescatará la franquicia. Así que a pesar de que yo mismo anticipaba que Búsqueda Implacable 3 sería un churrazo, al menos en esta ocasión fue uno que intenté disfrutar.

    Como los avances lo anticipan, esta vez Mills no sólo tiene que encontrar a los culpables y lidiar con una peligrosa banda de asesinos a sueldo , sino que tendrá que dejar atrás a un siempre persistente detective (Forest Whitaker) y su grupo de apoyo que sin mucha evidencia intentan ponerlo inmediatamente tras las rejas. Como es obvio, -y como pasó en la original Rambo-, no saben contra quién se están poniendo, pero al público le sirve para tener acción a dos frentes y algo de comedia.

    Dentro de su amplia gama de clichés, Bryan Mills sigue siendo un personaje atractivo. Es como la versión Batman de Liam Neeson: sabes que aunque esté viejo, cansado, con hambre y ojerosos, si lo haces enojar te va a partir la cara. Sin embargo, se excedieron en algunas secuencias de corte muy físico, donde ya se le nota la edad al actor y no lo hacen quedar muy bien ante las cámaras. Pero cuando rompe cuellos, fractura manos y dispara doce balas de un cargador de seis todo vuelve a la normalidad, y pese a la exageradísima exageración de muchas secuencias, la enorme mayoría son disfrutables.

    Busqueda Implacable 3
    El inspector Franck Dotzler es un personaje que pudo ser mucho más interesante.

    Regresan también a Búsqueda Implacable 3 las escenas de manejo arriesgado y persecuciones en vehículos de cuatro llantas. Si el anterior filme nos sorprendió con las increíbles maniobras para caracolear por las calles de Ankara, el actual tiene sus propios trucos guardados; nuevamente, bastante, pero bastante exagerados, pero entretenidos de observar al final de cuentas.

    Con la misma desfachatez con la que nos atraviesan estas secuencias de acción se atraviesan los pocos y muy burdos giros en la trama. Obviamente todos sabemos que el asesinato de la esposa no es un mero accidente, y una red de intrigas muy obvias empieza a destejerse frente a nuestra mirada. Podemos oler desde la primera media hora quién es el mero malo y cuáles fueron sus motivaciones, y aunque la película –y la poco preparada Policía de Nueva York- intenta desviarnos, la primera impresión jamás se olvida. Los villanos, aunque no precisamente memorables, al menos sirven para darle juego al protagonista.

    Palomera pero innecesaria

    Fuera de la adrenalina y las cachetadas, también noté ciertas “irregularidades” en planteamientos básicos, como la  relación entre Mills y su ex esposa, ya que al concluir Búsqueda Implacable 2 se nos deja en el entendido de que la situación de pareja del protagonista iba mejorando, con una comida junto a su familia; acá, varios años después, sigue casada con Stuart St. John (Dougray Scott). También está el caso de la hija, Kim (Maggie Grace), que cada nueva película parece perderle el respeto que se ganó su padre en la anterior, y sólo se acuerda de él cuando hay problemas bien serios.

    Es una lástima, pese a todos sus errores, el largometraje tenía para ofrecer mucho más. Los productores intentaron llenarnos el ojo con choques, balaceras y escenas de alto voltaje, y se olvidaron de la parte humana (padre, esposo, sujeto al fallo) que equilibraba a Bryan Mills en la cinta original. Y digo que es una lástima porque Búsqueda Implacable 3 contaba una magnífica idea en el guion: matar a la esposa. Pero la mataron muy pronto, para cuando llega el final ni nos acordamos ni nos importa cómo empezó todo.

  • Búsqueda Implacable 3 estrena su tráiler y póster

    Búsqueda Implacable 3 estrena su tráiler y póster

    ¡Oficial, regresa Bryan Mills! La 20th Century Fox liberó el primer tráiler y póster de Búsqueda Implacable 3, tercera entrega de la franquicia de acción protagonizada por Liam Neeson, que llegará a cines bajo la dirección del francés Olivier Megaton.

    En esta entrega, Bryan Mills será acusado de asesinar a una persona cercana a él, por lo que se verá obligado a escapar de las autoridades. Mientras un obstinado investigador lo persigue, el ex agente de gobierno cazará al verdadero asesino y hará justicia -como ya es común- por su propia mano.

    Liam Neeson, Forest Whitaker, Famke Janssen, Maggie Grace, Dougray Scott, Sam Spruell y Leland Orser protagonizan Búsqueda Implacable 3, película que estrenará el 30 de enero de 2015. Aquí tienen el póster.

    Búsqueda Implacable 3

     

  • Crítica de Blancanieves y el Cazador

    Crítica de Blancanieves y el Cazador

    Érase una vez, hace mucho tiempo, un simple, pero bello cuento de princesas que tras ser olvidado durante décadas por la industria fílmica (y por prácticamente cualquier industria), pareció meterse en la cabeza de todos los productores y estudios de cine: desde la agridulce y bollywoodense adaptación de Tarsem Singh (Mirror, Mirror), pasando por un live action recientemente cancelado por Disney, para aterrizar en Blancanieves y el Cazador.

    Blancanieves y el Cazador

    Dicen que lo que mal empieza, mal termina. Y es que si hay algo que destacar sobre la producción de Blancanieves y el Cazador es que enfrentó siempre múltiples problemas, comenzando por que su reparto se formó prácticamente de rebote, tras varios abandonos y rechazos de actores.

    El papel de Blancanieves fue quizá el menos trompicado de todos. El personaje le fue ofrecido a Kristen Stewart tras haberse barajado varias posibilidades como Riley Keough, Felicity Jones, Bella Heathcote, Alicia Vikander y Rachel Maxwell. Por otra parte, el rol del príncipe William fue declinado por un par de actores antes de caer en manos de Sam Claflin; mientras que Johnny Depp, Viggo Mortensen y hasta Wolverine (Hugh Jackman, pues) rechazaron sucesivamente interpretar al cazador. Incluso Charlize Theron llegó como suplente de Winona Ryder.

    https://www.youtube.com/watch?v=GXYqAzHUVIM

    Era como si toda la tripulación abandonara un barco al que veían listo para irse al fondo, bajo la tutela de un tal Rupert Sanders, hasta ese entonces director de comerciales de televisión, al que no le vieron la madera suficiente para dirigir un cuento tan famoso y convertirlo en una película exitosa. Tenían toda la razón.

    La historia comienza con una pequeña Blancanieves que ve morir a temprana edad a su madre, una reina sabia, bella y encantadora que se había ganado el corazón del pueblo y, obviamente, el del rey. Cuenta la historia que Magnus (Noah Huntley), el monarca de este cuento, quedó devastado por la terrible pérdida de la mujer a la que amaba por lo que no le importó partir a la guerra poco después.

    Tras una breve batalla contra un “curioso” ejército, el rey rescata a una joven prisionera llamada Ravenna (Charlize Theron). Magnus quedó tan impresionado con la belleza de la mujer que al día siguiente contrajo nupcias con ella y ya había nueva reina. Momento de ver al reloj: diez minutos, llevamos diez minutos y sabemos que esta historia empieza a irse por la coladera real cuando un padre y esposo devastado se casa con una prisionera de batalla al día siguiente de encontrarla perdida en el bosque.

    Crítica de la película Blancanieves y el Cazador
    El espejo mágico no es muy de fiar, la más guapa es Charlize Theron

    Como es de esperarse, Ravenna en realidad no era una prisionera, sino parte de un astuto plan que termina matando al monarca esa misma noche (por idiota, ¿por qué más?) y confina a Blancanieves, la hija del “astuto” rey, a una torre en lo alto del castillo, de la cual en algún momento se escapa. Aquí es donde comienza el choque de caminos en la película, con Ravenna y su hermano, Hammond (Vincent Reagan), buscando a la heredera original del trono para matarla y apoderarse de su belleza, mientras que el cazador (Chris Hemsworth) es mandado a encontrarla, pero termina ayudando a la damisela en desgracia.

    Una mezcla de Blancanieves y otras diez películas

    Esto es más o menos lo que respeta en esencia Blancanieves y el Cazador del cuento original de los hermanos Grimm, una historia que destacaba por ser simple, pero bien elaborada y que desgraciadamente en esta adaptación Rupert Sanders termina convirtiendo en todo lo contrario: enreda las cosas de más y la narrativa carece de interés. El director ubica esta historia en medio de una crisis tipo medieval y se toma quizá demasiadas libertadas a la hora de contarnos una historia que todos conocemos, aunque intenta (de alguna manera u otra) colocar todas las escenas clásicas que vimos en el filme animado de Disney. Adelantar más sobre la cinta es quitar las pocas sorpresas que guarda.

    Al director del largometraje como que el cuento original no le gustaba del todo, o le gustaba tanto como otras adaptaciones de Disney, así que le dio a su mono entrenado el cuento de Blancanieves, junto con el de Alicia en el País de las Maravillas, Bambi, la película Corazón Valiente, La Princesa Mononoke y la más reciente versión del guion de El Hobbit para que le escribiera su libre adaptación inspirada en todas ellas.

    Blancanieves y el Cazador
    Krsiten Stewart como Blancanieves

    Y es que Blancanieves y el Cazador tiene de todo un poco, aunque no necesariamente bueno. No podrás dejar de pensar “esto ya lo vi en otra parte” mientras observas los paisajes fumados, las criaturas gigantes (háganme el favor, ¿de dónde sacó un trol de cinco metros Blancanieves?), el bosque mágico-encantado, un discurso “apasionado” para levantarse en armas estilo liberador escocés, el espíritu de la tierra y otro montón de detalles que pertenecen a todo lo que le pudo retacar Sanders en esta película. Por un momento me dio miedo que apareciera Yoda en medio del bosque y Ravenna le dijera a Blancanieves que en verdad era su madre.

    Por si fuera poco Blancanieves y el Cazador es de esos filmes donde quieren atorar la trama un buen rato para finalmente resolverla en diez o quince minutos, haciendo que varias escenas luzcan ridículas y fuera de contexto aún dentro de la misma realidad de la obra. Un ejemplo claro viene con la misma sinopsis con la que te venden el filme: un cazador que en lugar de matar a Blancanieves la entrena para luchar contra la reina… bueno, olvídenlo, eso debe ser en otra película, a menos que se refieran a entrenamiento a una pequeña secuencia que dura alrededor de 45 segundos donde le dice cómo usar un cuchillo (igual esa escena ha de ser bien importantísima).

    Sí, Blancanieves y el Cazador entra en la categoría de “jalada de los pelos”. Una chiquilla que vive encerrada y muerta de hambre durante quién sabe cuántos años regresa después sin mayor preocupación a destripar soldados con años de entrenamiento. Pocas cosas son creíbles en esta tierra mágica, destacando que una reina despampanante como Charlize Theron no debería tener la mínima preocupación de una mujer tan gris como Kristen Stewart.

    Blancanieves y el Cazador
    Invitado especial: el espiritu del bosque, de la princesa Mononoke

    Blanca como la nieve, aburrida como Kristen Stewart

    ¿Las actuaciones de Blancanieves y el Cazador? El reparto por lo general hace un trabajo decente. Me da la impresión de que los detalles en actuación responden más al atípico guion y los diálogos tan malos que por una falta de capacidad histriónica, salvo el caso de Kristen Stewart, que tiene la misma boquita semiabierta, como de flojera y asco, que nos enseñó en Crepúsculo.

    Las películas malas tienen esa condicionante: uno puede descubrir cierto talento en los actores entre tanta porquería, pero también el artista puede hundirse junto con el filme… y es lo que pasa con Kristen, que termina haciendo aún más soso a su -ya de por sí- aburrido personaje de Blancanieves.

    De lo rescatable, me quedo con Chris Hemsworth, quien a pesar de que se ve un poco tieso tiene cierto ángel y realza al cazador (aunque hubiera preferido que llamara a su martillo de Thor y acabara pronto con esta cochinada). Los enanos también son divertidos, las mejores bromas y momentos vienen con estos personajes en pantalla, aunque también son protagonistas de un par de absurdos que te harán mecer la cabeza de fastidio.

    Respecto a la presentación de Blancanieves y el Cazador no me puedo quejar. La producción está cuidada en fotografía, sonido, música y ambientación; todo maravilloso y bien realizado, aunque notarás que por momentos pareciera que deseaban más sorprenderte visualmente que con un buen argumento. Hay que reconocer que el diseño de arte y el vestuario son atractivos por sí mismos, en combinación con los efectos especiales logran varias secuencias que valen la pena ver simplemente porque lucen increíblemente atractivas, sobre todo aquellas que tienen que ver con Ravenna.

    Sin embargo, los efectos especiales son buenos pero no rescatan ni de lejos una historia aburrida y mal contada; por si fuera poco, algunos de estos efectos, a pesar de estar bien hechos, no tienen razón alguna de ser, como el troll de El Señor de los Anillos y el bosque mágico multicolor con haditas masculinas que salen de los pechitos de las aves (verídico).

    Una manzana envenenada, por favor

    El experimento falló. Esta película termina siendo más una torpe, incoherente, adolescente y absurda adaptación que una versión oscura del clásico cuento. Blancanieves y el Cazador termina decepcionando, ya que tenía la historia, el potencial y el presupuesto para ser una interesante propuesta y no alcanza siquiera a ser medianamente palomera, que por si fuera poco reafirma que Kristen Stewart aún está a leguas de ser una actriz decente. Si vas al cine a ver este churro, te recomiendo que en lugar de palomitas pidas una manzana envenenada para ahorrarte el sufrimiento.