Screen Gems liberó el segundo tráiler de The Wedding Ringer, una comedia que arribará a la pantalla grande el 16 de enero de 2015 bajo la dirección de Jeremy Garelick.
En la película conoceremos a Jimmy, un hombre cuya empresa ofrece servicio de padrinos para bodas para aquellos novios solitarios que no tienen a quién pedirle que los acompañe en ese gran día.
Doug será el próximo novio que contrate estos servicios, pues de no lograr controlar a Jimmy todo se podría salir de control y hasta podría acabar con su matrimonio antes de llevarlo a cabo.
The Wedding Ringer es protagonizada por Kevin Hart, Josh Gad, Kaley Cuoco, Affion Crockett, Jorge García, Dan Gill, Corey Holcomb, Ken Howard, Colin Kane, Cloris Leachman, Jenifer Lewis, Alan Ritchson, Mimi Rogers, Ignacio Serricchio, Aaron Takahashi, Olivia Thirlby y Nicky Whelan.
En 1995 Sylvester Stallone enardeció a los fanáticos de los cómics apareciendo como estelar en la película Judge Dredd, basada en la historieta homónima. Tuvieron que pasar 17 años para que la industria del cine se animara a retomar a este personaje y lanzarlo en una nueva cinta, esta vez con todo el poder de las producciones en 3D y con el seco y pegador nombre de Dredd… aunque no faltará el cine que la exhiba bajo el título de El Juez del Apocalipsis.
Dredd
Desempolva tu chamarra de cuero, ten a la mano el casco de justiciero, la pistola cargada y tu “combo cuates” de la dulcería, pues Dredd es sin duda uno de los estrenos más sangrientamente palomeros del año.
Olvídate de esa interpretación casi caricaturesca de Sylvester Stallone hace 17 años, el director de este largometraje, Pete Travis, tomó las mejores decisiones respecto a qué mantener y qué tan fiel debía ser esta adaptación al cine, y nos acerca -quizá demasiado- a la cruda ficción futurista de la historieta creada por John Wagner y Carlos Ezquerra en las páginas de la revista 2000 AD.
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En Dredd, al igual que en los cómics de Judge Dredd, la historia es lineal y sin rutas turísticas, movida principalmente por los hilos de las violentas acciones de los personajes, en un mundo donde no hay lugar para los matices morales: no hay blanco y negro, ni la escala de grises, no existen ni los buenos ni los malos, sólo personas violentas, unas justificadas detrás de su papel de ser los malvados del cuento, los otros en su rol de ser los justicieros con placa.
La historia nos coloca en un derruido mundo futurista, donde las grandes ciudades se extienden en diámetros de 800 kilómetros o más, los rascacielos albergan poblaciones de hasta 100 mil personas y el alto índice de criminalidad es el pan nuestro de cada día.
Aquí notamos que la primera decisión que toma Pete Travis en Dredd es respetar cabalmente al personaje y su entorno. Olvídense de un cursi y cuidadoso desarrollo de personajes en este largometraje, el juez Dredd comienza siendo un bad ass, un frío y seco matón con licencia cegado por la sed de justicia, y termina justo en ese mismo punto.
Karl Urban interpreta al nuevo juez Dredd
Juez Dredd, juez Anderson
El cineasta no le quiso dar a Joseph Dredd cargas emocionales ni desarrollar relaciones innecesarias con el resto de los personajes de la película más allá de distinguir al bueno del malo. Esto obviamente nos lleva a un filme con una trama tan lineal como la ruta que sigue una bala, pero tan explosivo como el pesado calibre que disparan en este distante futuro.
El papel del juez es servir como un agente que defiende el sistema y procura la ley. Su rango lo vuelve juez, jurado y ejecutor de cuanto criminal se topa en su camino, lo que le desarrolla un carácter fuerte basado en la lealtad, su a veces retorcido concepto de la justicia y la sobrevivencia del más apto.
Para equilibrar la balanza y no destilar tanta rudeza, nuestro experimentado agente se hace acompañar de la novata Cassandra Anderson, aspirante a juez que tendrá un día de trabajo junto a Dredd, quien decidirá en base a su desempeño si está lista para ser parte de la corporación o no. Para su mala (¿o será buena?) fortuna, una rutinaria investigación por asesinato se convertirá en un verdadero infierno cuando los jueces son encerrados en un enorme edificio de 200 pisos junto a una horda de drogadictos sicópatas dispuestos a matarlos para complacer a su jefa.
Kay (Wood Harris) vigila a la juez Anderson (Olivia Thirlby)
Esta recurso de la relación entre un policía veterano y uno novato pudiera parecer desgastado y muy del cine de los años 80 -del cual sin duda Dredd toma muchísimos elementos-, pero a la larga funciona y funciona muy bien. Mientras nuestro protagonista es un experto en tácticas de guerra y puntería milimétrica, Cassandra Anderson tiene una curiosa habilidad síquica que le da a la película sus pocos momentos de reflexión y un par de viajesotes alocados.
La tercia de personajes centrales la completa Ma-ma, una inmisericorde jefa criminal que busca dar un claro ejemplo y demostrar que puede vencer al sistema acabando con los jueces que osaron entrar al edificio que controla. Ma-ma También desea borrar algunas evidencias que la implican como la principal productora de slow-mo, una droga que hace al cerebro creer que todo sucede 100 veces más lento de lo normal. Para lograr su cometido, la villana no escatimará recursos, balas ni vidas que le puedan costar el acabar con los agentes.
Lena Headey es quien interpreta a Ma-ma y aunque la villana no parece tener más motivación que la clásica venganza y el volverse mala por azares del destino, la actriz realiza muy bien su papel y nos entrega a un personaje no sólo malo, sino convincente en lo que hace más allá del porqué lo haga. El resto de personajes de Dredd siguen más o menos la misma dinámica y todos los actores realizan una destacada labor. Karl Urban te hará olvidar el chiste de Stallone en 1995 y Olivia Thirlby sirve como el equilibrio perfecto para el protagonista. El único detalle con Karl Urban, es que a veces siento que su voz suena demasiado forzada.
Lena Headey realiza un buen papel como la villana Ma-ma
Si bien la película cojea en cuestión de historia, no es necesariamente así en el lado narrativo El tipo de personajes tan apegados al cómic conducen a este largometraje en una rigurosa, pero entretenida línea recta que rara vez te deja tiempo siquiera para pestañear.
Es Dredd 3D
Por su parte, el apartado visual y la producción de Dredd son poco menos que impresionantes. Pete Travis junto a su equipo de efectos especiales montó un verdadero espectáculo gráfico y la droga slow-mo sirve de pretexto para presentar los que quizá sean las mejores tomas en cámara lenta en la historia del cine. Así de fácil.
Estas secuencias pueden ser tan simples como ver una bocanada de humo, el vuelo de gotas de agua, un cristal que revienta en mil pedazos o hasta enfoques más viscerales, donde balas, sangre y cuerpos humanos vuelan y se despedazan por la pantalla en una íntima cámara lenta. Las tomas destacan también por los pulcros detalles en luces, colores, brillos, texturas y contrastes. Las coloridas escenas en cámara lenta chocan inmediata y agradablemente con los tonos parcos y arenosos que rodean este ambiente futurista. Un verdadero banquete visual para el cinéfilo.
Sí vale la pena ver Dredd en 3D
Parte de este atractivo, como mencionaba, es obviamente la demostración tan explícita y meticulosa de la violencia y sus efectos en el cuerpo humano y todo lo que esté cerca del mismo, sin embargo, a pesar de ello no puede catalogarse a éste como un filme gore de tripas y sesos, tampoco es de alarmarse, hay muchísima sangre, pero nunca pasa de ser la necesaria.
El punto bueno y malo para con estos efectos y secuencias es la imperiosa necesidad de ver Dredd en 3D. Contrario a otros largometrajes donde la tercera dimensión es prácticamente un elemento decorativo, el manejo de imagen tridimensional es parte intrínseca del lenguage fílimico de Dredd y el principal punch narrativo.
Aunque la comparación quizá les parezca exagerada, así como Sin City definió un lenguaje narrativo con sus tonos claroscuros en blanco y negro, así Dreddlo hace con su brillante gama de colores, texturas y efectos en cámara lenta y 3D. Gran parte de la experiencia de la película consiste en apreciar al máximo este lenguaje, o sea, vela con gafas 3D y punto.
La película tiene un guiño al arco argumental The Pit (en cómics)
Dredd es un extraño respiro comercial al propio cine comercial. Su lenguaje visual, su diseño de arte, el efecto tridimensional y la explícita violencia son sus mejores cartas de presentación. La chata historia y los personajes tan poco desarrollados quizá puedan alejar a los que buscan un producto con más fondo que forma, pero aún así recomiendo darle oportunidad a una cinta que apunta para volverse de culto y cuyo único pecado es parecerse demasiado al cómic.
Por medio del canal de Machinima en YouTube, Lionsate mostró un teaser muy breve de lo que veremos en Dredd, la próxima película basada en el personaje de cómics Judge Dredd.
Dredd será una nueva encarnación, más apegada al cómic y alejada de la película noventera protagonizada por Sylvester Stallone. Las balas, tripas, sangre y drogas saldrán disparas en todas direcciones en estra producción que se estrenará el 21 de septiembre en salas en 2D y 3D. Desgraciadamente, dudo que la película tenga un estreno decente y a tiempo fuera de Estados Unidos y algunos países anglosajones, pero habrá que esperar a tener noticias de las distribuidoras locales en América Latina y España.
Dredd, filme dirigido por Pete Travis, cuenta con las actuaciones estelares de Karl Urban, Olivia Thirlby, Lena Headey y Jason Cope. Aquí te dejo el teaser, esperamos ver pronto un tráiler con todas esas balas del juez y justiciero.
DNA Films y Lionsgate han mostrado a cuenta gotas imágenes e información de Dredd, película dirigida por Pete Travis y que traerá de vuelta a Judge Dredd a la pantalla grande. Sin embargo, el sitio ruso Kinopoisk.ru tuvo acceso a algunas imágenes de la película de acción y ciencia ficción y te las presentamos al final de la nota.
Desde 2008 se dio el anuncio de la filmación de Dredd, película basada en el personaje de cómics Judge Dredd. La nueva cinta no tendría relación con Judge Dredd, filme que Sylvester Stallone protagonizó en 1995, sino que sería un nuevo acercamiento que retrataría más fielmente la crudeza del cómic con todas sus balas y sangre para ser una producción estrictamente para adultos.
El personaje Judge Dredd fue creado en marzo de 1977 por Carlos Ezquerra, Joseph Warner y Pat Mill dentro de las páginas de la revista británica 2000 AD que suele contar con varias historias cortas en sus páginas.
Dredd se estrenará en Estados Unidos el 21 de septiembre de este año. Karl Urban será el encargado de ponerse el traje del juez Joseph Dredd. En el filme también participarán los actores Olivia Thirbly, Lena Headey, Jason Cope. Esperamos que pronto haya un tráiler de Dredd, pero por el momento te dejo con los pósters e imágenes de la película.
Alienígenas invaden la Tierra por enésima ocasión, esta vez en forma de… invisibles y eléctricos. La humanidad enfrenta su hora más oscura cuando llegan al planeta y acaban con todos los suministros de energía, mientras nosotros seguimos las andanzas de un grupo de jóvenes que sobrevivió un ataque en Moscú durante los 89 minutos que dura la película La Última Noche de la Humanidad.
La Última Noche de la Humanidad
Normalmente todas las críticas de películas se guardan el veredicto para la parte final, pero La Última Noche de la Humanidad es un caso muy especial por lo que empezaré la reseña con lo que realmente importan: No la vean. No tiren su dinero en el cine, no vale la pena blu-ray (o DVD) y ni siquiera vale tu ancho de banda si algún listillo había pensando bajarla o verla online. La Última Noche de la Humanidad es una película tan mala que la única forma de verla sin remordimiento es si te toca en algún autobús y no puedes quedarte dormido antes.
Chris Gorak, el mismo detrás de El Peor de los Miedos, es el director de esta porquería, que durante los primeros minutos nos cuenta cómo un par de amigos, Sean (Emile Hirsch) y Ben (Max Minghella), van a un viaje de negocios a Rusia que resulta ser todo un timo porque un tal Skyler (ridículamente interpretado por Joel Kinnaman) les roba la idea y ya no necesitan de los jóvenes americanos. Más o menos al mismo tiempo, Natalie (Olivia Thirlby) y su amiguísima Anne (Rachael Taylor) están en Moscú de vacaciones y por azares del destino todos ellos terminan encontrándose en el mismo bar a la misma hora.
https://www.youtube.com/watch?v=9W0MDsiqUwg
Desde estos primeros minutos te das cuenta que los actores son muy malos, que diálogos guiones son pésimos y que quizá La Última Noche de la Humanidad no llegue a ningún lado, pero continúas viendo la película porque ya pagaste el boleto y con la esperanza de ver ese momento sublime donde llegarán los aliens a armar jaleo y los humanos contraatacarán con todas sus fuerzas. Desgraciadamente ese momento nunca llega, ni nada cercano a algo que te sorprenda de manera agradable en este filme.
Aliens invisibles
Minutos después de estar en el bar es cuando atacan los extraterrestre de La Última Noche de la Humanidad, seres hechos de energía… o electricidad o lo que sea, el chiste es que son invisibles y tienen dos ataques especiales: una especie de lazo magnético para atrapar y jalar a sus víctimas y “algo” que convierte al instante en cenizas todo lo que toque. Con esta segunda arma es con la que en cuestión de minutos vacían prácticamente la ciudad de Moscú (y el mundo entero, según).
Escenas de desesperación y drama. La gente huye para todos lados o intenta hacerlo. Los que estaban en el bar y salieron a ver qué era aquel extraño fenómeno regresan corriendo en busca de refugio. Nuestros cinco protagonistas en cuestión terminan juntos cuando el “desalmado” de Skyler, con tal de salvar su pellejo, cierra la puerta y deja afuera a merced de los marcianos eléctricos a la más interesante del elenco, una chava de muy buen ver que estaba ahí coqueteando en el bar y que cuando uno la ve piensa que al menos estará corriendo durante toda la película gritando como loca mientras enseña algo de pierna y escote. ¡Pues no! A la mamacita se la despachan a los diez minutos, una señal de que Chris Gorak quiere que sufras durante toda la función sin siquiera un elemento de taco de ojo que haga algo más llevadera esta ridícula invasión.
El insufrible ensamble de La Última Noche de la Humanidad.
Como te has de imaginar, los aliens acaban con todo y con todos, menos con nuestros cinco intrépidos protagonistas, que pasan algunos días encerrados antes de aventurarse afuera en busca de reunirse con más sobrevivientes. Entre ellos empezamos a ver disputas, diferencias y choques sus personalidades, las cuales rayan en una zona gris entre lo cliché y lo estúpido.
Que los maten a todos
El más notable es precisamente ese tal Skyler, quien al principio engañó a Sean y Ben y los ve con ojos de novatos en los negocios, pero se ve obligado a acatar lo que ellos dicen para tratar de sobrevivir junto al grupo. No sé si la idea era hacer como que el personaje era muy seguro de sí mismo, luego el miedo lo invadió y termina siendo el más cobarde de todos; yo francamente lo veo como un idiota más en la cinta.
Tenemos también a la típica rubia mensa en Anne (sin ofender a las rubias, es el estereotipo que le ponen): una chica muy amistosa, muy inteligente según, pero que ahora no da una, se la pasa gritando y ante cualquier emergencia siempre reacciona de la peor manera poniendo al resto en peligro y demostrando que es la más tonta del grupo… sí, más que Skyler. Anne juega un papel muy importante cuando los jóvenes encuentran a otro par de sobrevivientes que se protegen gracias a una jaula Faraday, una zona donde están totalmente seguros… claro, hasta que ella entra en acción.
Así lucen los aliens, para que no gastes tiempo y dinero en el cine.
El resto de sobrevivientes de La Última Noche de la Humanidad no tienen nada en especial como para siquiera mencionar algo destacable de ellos. Todos tienen personalidades cuadradas y desde el principio sabes quién será el héroe, el nerd, el que se quede con la chica, la que sufre por todo y el que siendo un don nadie terminará agarrando toda la experiencia de combate interestelar en tres días.
Más adelante encontrarán a un grupo de resistencia civil. No sé qué estaban pensando el director y el que diseñaba los vestuarios, pero es de ver para creer a cada integrante de este atípico escuadrón. El líder es un pelón que se quiere hacer muy rudo con frases que aprendió de películas como Commandoy Cobra, viste un chaleco hecho con llaves plateadas y tiene un caballo con molduras de plata, como para que los alienígenas lo vean a diez kilómetros de distancia y sepan quién es el jefe en Moscú.
Otro elemento curioso del escuadrón es el clásico mamado del grupo, que ni está mamado, pero toda la película se la pasa cargando un lanza misiles y haciendo ágiles y ridículos movimientos de boina verde para que el espectador identifique fácilmente quién es el fuerte y el de mayor experiencia militar del grupo.
La infumable resistencia de Moscú.
Efectos (no tan) especiales
Más allá de la trama sin sabor y los personajes tan planos, el apartado técnico es otra gran falla en La Última Noche de la Humanidad. Si bien es cierto que 30 millones de dólares está lejos de ser el presupuesto normal en las grandes producciones de este tipo, tampoco es un dinero con el que no se puedan hacer buenas películas de ciencia ficción, más si tomamos en cuenta que no hay naves espaciales, no hay escenas de medio ejército mundial haciéndoles frente y los alienígenas son invisibles.
Me parece que la idea detrás de La Última Noche de la Humanidad era crear una película que combinara esos elementos de ciencia ficción con los de una cinta de terror sicológico, para que uno esté esperando quién va a morir después, dónde están los extraterrestres, cómo evitarlos y todo eso. Desgraciadamente los actores son tan malos que no les crees nada y con unos efectos especiales tan mediocres, pues menos. El final no puede ser peor, con pistolas tipo Cazafantasmas para enfrentar a los extraterrestres, y cuando vemos la verdadera forma de los invasores es para reírse: parecen calaveritas de Choco Krispis… con razón eran invisibles, les daba pena salir en público siendo tan feos y tan sin chiste.
Por si fuera poco, la película está siendo presentada en salas 3D en los cines y es una gran mentira. La Última Noche de la Humanidad es una enorme burla al 3D: si llegas a verla en este formato, notarás que extrañamente no hay un solo efecto de profundidad notable en la mayor parte de la función, te dará curiosidad, te quitarás los lentes y voilá, efectivamente verás que muchísimas partes de la cinta las puedes ver sin las gafas 3D y que las escenas donde necesitas ponértelas es porque le pusieron un efecto de profundidad a los subtítulos o a algún objeto inútil en primer plano. Creo que salvo cuando llegan los aliens en forma de lucecitas navideñas, la escena del avión y un objeto por ahí que vuela, no hay nada en tercera dimensión real en el filme.
If there’s something strange in the neighborhood, who ya’ gonna call?
¡Ghostbusters!
Cero suspenso, cero terror, cero drama, 100 por ciento “devuélvanme mi dinero”.
Ojalá sea la última noche
En fin, haciendo énfasis en mi primer comentario sobre la película: evítenla, es una de los filmes más nefastos e incoherentes de los últimos años. Pésima historia, pobre desarrollo de la misma y unos actores tan insípidos que es difícil sentir aunque sea lástima por alguno de ellos. La corona del pastel son los insufribles efectos especiales y el engaño total de su 3D. Es una mala suerte que no hayan muerto todos en esta invasión porque capaz que inventan una secuela. Ojalá ésta de verdad sea La Última Noche de la Humanidad.