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  • Cásese Quien Pueda | Crítica

    Cásese Quien Pueda | Crítica

    De mano de Marco Polo Constandse, con un guion escrito por la mismísima Martha Higareda y protagonizada por Miri Higareda, Luis Gerardo Méndez y la propia Martha llega Cásese Quien Pueda, una comedia romántica que intenta despegar del clásico sello del cine mexicano contemporáneo.

    Cásese Quien Pueda

    La historia de Cásese Quien Pueda nos presenta a Ana (interpretada por Martha Higareda), una chica a punto de casarse y de volverse una mujer del hogar junto a su esposo (Fernando Luján). Mientras que Daniela (interpretada por Miri Higareda) lucha por hacer despegar su carrera de cantante y por fin decidirse a declararle su amor a Gustavo, el gran amor de su vida.

    Las cosas cambian radicalmente cuando Ana descubre que su prima ha mantenido una relación secreta con su novio. Devastada y totalmente ebria, Ana terminará en la selva de Quintana Roo, mientras que Daniela terminará involucrada en una relación falsa con Gustavo para que su familia deje de pensar que el joven es gay.

    https://www.youtube.com/watch?v=iukUFIS8POI

    La historia de siempre

    Lo que hemos visto mil veces, ese es el problema de Cásese Quien Pueda. No hay nada nuevo en esta película y no se atreve a tomar el mínimo riesgo sobre las fórmulas establecidas. Las bromas son siempre las mismas del género aun cuando no sean filmes con la misma premisa: La chica que cambió sus sueños por una vida de casada y que al decepcionarse de esa idea terminará conociendo al amor de sus sueños. Por este lado no hay ninguna sorpresa, siendo sinceros la historia de Daniela es mucho mejor que la de su hermana, simplemente hay que tomar en cuenta las situaciones que le tocarán vivir para darse cuenta que es una “drama más real”.

    En este aspecto debo ser franco, me la pasé bastante bien conociendo a Daniela y a Gustavo. Este drama de una pareja que se comienza a conocer, enfrentan una problemática fuerte y para al final ambos terminar enamorados es en definitiva mi punto débil, aunque siendo todavía más sinceros tampoco ofrece algo nuevo o diferente. Ambas hilos argumentos no se conectan en realidad, lo único que sabremos es que son hermanas y en algún punto terminarán por comprenderse la una a la otra… Y eso será todo.

    El bello paisaje de lo cursi

    Estaría mintiendo si les dijera que no hubo partes de Cásese Quien Pueda que no disfruté intensamente. La relación de Ana y su rescatista soñado en algunos puntos se siente creíble y aunque la película nos fuerza a la típica separación de ambos rumbo al final ,deseamos (aunque sea por compromiso) que terminen juntos, pese a que cuando ya estaban juntos y por alguna extraña y estúpida razón se separaron.

    Cásese Quien Pueda
    Algunas situaciones divertidas te arrancarán sonrisas aunque no quieras.

    El ambiente, el tiempo que pasamos con ellos y los bellos paisajes que el estado de Quintana Roo nos ofrece son sin duda los mejores elementos de este cuento romántico, pero no deja al mismo tiempo de relucir miles de aristas por las que la historia se pudo pulir para entregar u filme menos populista, pero más original y trabajado.

    Por otro lado la relación de Daniela y Gustavo es sin duda la que disfrutarán más. La familia de Gustavo es por sí misma un buen buffet de risas y de momentos incomodos. ¿Quién no ha vivido esa extraña interacción con la familia de su pareja? ¿Los momentos extraños? ¿Las costumbre ajenas? Esta historia es sin duda la que se tomó más tiempo para plantearse y llenarnos de detalles tan cursis y extrañamente melosos que terminarán derritiendo hasta el más necio.

    El nacimiento del romance entre estos personajes, la situación tan rara con la familia y el simplemente dejarse llevar por el amor es lo que hace de esta parte de Cásese Quien Pueda algo muy disfrutable. Sin dar spoilers de más, es sin duda alguna una de las formas más románticas de cerrar un largometraje de este tipo.

    Cásese Quien Pueda
    ¿La novia que cambia su vida minutos antes de subir al altar?

    Hagamos de lado todo lo que he hablado del cine mexicano antes de esta película. Si han estado leyendo mis reseñas sobre las obras que este cine nos ha estado ofreciendo en los últimos meses sabrán que le he dado una oportunidad justa a cada cinta que he visto. Cásese Quien Pueda, pese a variospuntos rescatables, no logra superar los a monótonos clichés de los chick flicks mexicanos. Buen intento, pero pudo quedar mucho mejor.

  • ¿Qué le Dijiste a Dios? | Crítica

    ¿Qué le Dijiste a Dios? | Crítica

    ¿Qué le hicimos a Dios? En verdad, ¿que le hicimos a Dios? Permítame, amable usuario, advertirle lo siguiente y ahorrarle un gasto inútil: ¿Qué le Dijiste a Dios? es una película estúpidamente horrible. Es insultante, clasista a más no poder, cruel y una ridícula excusa para celebrarle un “homenaje” a la música de Juan Gabriel. El filme es -a falta de mejores adjetivos- muy pinche, pese a supuestamente estar tres años en producción. No tiene que terminar de leer la crítica, bajo ningún motivo pierda su tiempo y dinero en esta basura. Gracias.

    ¿Qué le Dijiste a Dios?

    Lupita (interpretada por Olinka Velázquez) y Martina (Gina Vargas) son dos sirvientas explotadas por su patrona Marcela (Érika de la Rosa), el problema es que una fiesta se acerca junto con la posibilidad de Lupita para reencontrarse con su amor. Ante la negativa de su jefa para que ellas regresen a su pueblo durante un par de días, las chicas deciden darle una lección a esta “bruja” y abandonan la casa no sin antes robarse gran parte de su armario.

    El hurto no es solamente como venganza de ambas mujeres, también es parte esencial para que el novio de Lupita (Víctor García) caiga rendido ante sus pies. La arpía de Marcela, al descubrir el robo, decide que ella y su amiga Marifer (que curiosamente es engañada por su esposo y Marcela) tendrán que ir al pueblo de sus empleadas para recuperar su ropa, haciendo justicia por propia mano y evitando llamar a la Policía por temor al escándalo. Si señoras y señores, esta es la premisa de ¿Qué le Dijiste a Dios?, todo amenizado con rolas de Juan Gabriel.

    Inocente pobre amigo

    No tengo problemas con los musicales. De hecho me gustan, y los encuentro extrañamente fascinantes. Quizá sean su habilidad para contar una historia alejado de los diálogos cuadrados y usando la música como principal canal. Quizá sea por la misma música, que es finalmente la que conduce la historia.. ¿Me entienden? Ese para mí es el corazón de un filme musical.

    Desgraciadamente ese nunca es el caso aquí. Los números musicales (que se supone son lo mejor de ¿Qué le Dijiste a Dios?) son especiales por si solos, y no en un buen sentido. Cada uno tendrá un detalle importante que lo arruina por completo o le quita lo profesional que a nivel de película se supondría que deberían demostrar. Tendremos personas que se adelantarán o irán a destiempo en las coreografías, algunas estarán cantando mientras otros solo se limitan a hacer un falsísimo lips-ync, o simplemente verás bailarines de relleno sin la mínima intención de esforzarse.

    La película abusa terriblemente de los clichés del peor cine mexicano. No tendremos ni cinco minutos cuando estaremos viendo el cuerpo semidesnudo de una de las “villanas”, una relación sexual, frases de doble sentido, un claro estatus de que nuestras protagonistas sufren vilmente a manos de su desalmada patrona y que en su pueblo está la libertada ansiada. Es decir: las empleadas domésticas siempre son las buenas y la dueña de la casa es una perra.

    ¿Qué le Dijiste a Dios?
    Los números musicales saldrán de la nada y nunca aportan algo.

    ¿Pero qué necesidad?

    Las actuaciones son horrendas, tanto de las protagonistas como de los actores secundarios. Todos se apegan a lo que saben hacer en las telenovelas y lo intentan recrear en ¿Qué le Dijiste a Dios? (y no sólo los actores hacen eso). Las bromas y comentarios clasistas vuelan por aquí y por allá para regresarnos de inmediato a la “cruda realidad” de las protagonistas. Nuestras heroínas robaron, la villana se está tirando al marido de su amiga y la amiga canta varias canciones de Juan Gabriel.

    Todo para que al final de ¿Qué le Dijiste a Dios? cada uno de ellos reciba su salomónico merecido de una forma tan sacada de una telenovela barata, que da incluso más asco que las escenas crueles que nos presentan al acercarnos al final de este churro. Si ustedes han visto una telenovela podrán anticipar desde lejos cómo terminará la historia.

    Al final estaremos surfeando durante 88 minutos entre risas por lo horrenda de la película, llorando por la historia tan básica, veremos a las protagonistas semidesnudas, bodrios musicales que invaden cada maldita escena y algunos momentos en verdad crueles. Oh, y “Juanga” hace un cameo al final… O un video musical. Eso creo.

    ¿Qué le Dijiste a Dios?
    La película recurre al clasista y viejo cliché de las clases sociales.

    No vale la pena

    Créanme, mi crítica no alcanza a describir lo espantosa es ¿Qué le Dijiste a Dios?. Lo único que disfrutarás son los escenarios y los desnudos, y eso no creo que justifique tu dinero o tu tiempo. No gasten ni inviertan en esta porquería, ni siquiera es merecedora de una búsqueda para verla pirata en Internet. No, no la vean ni por morbo.

  • Amor a Primera Visa | Crítica

    Amor a Primera Visa | Crítica

    De mano de Pedro Pablo Ibarra, con un guion de Issa López, Georgina Riedel, Gabriel Ripstein y Oscar Orlando llega Amor a Primera Visa, una comedia ligera con un romance común y corriente que, al menos de entrada, no ofrece más allá de una historia contada más de mil veces.

    Amor a Primera Visa

    Jaime Camil es Alejandro Fernández (no, no el que todos conocemos), un mariachi que vive una vida promedio, típico padre soltero que aunque lo desea no puede darle “lo mejor” a su hija, María (Renata Ybarra). Después de la muerte de su esposa, Alejandro se sumerge en la depresión y en sus propios miedos, principalmente el no ser el mejor para el resto.

    Del otro lado tenemos a Laura Ramsey como Rachel, una mujer trabajadora que se mantiene en constante movimiento, y que al laborar como cónsul de la embajada americana concentra sus metas en una sola cosa: Ir a Londres, la última ciudad donde estuvo su padre.

    Alejandro cree que lo mejor para su hija es que sus abuelos maternos se encarguen de educarla y de darle lo que aparentemente él no puede. Tras una negativa de Rachel a Alejandro en cuestión de obtener la Visa por no cumplir los requisitos, y de un reencuentro afortunado con “El Canicas” (interpretado por Omar Chaparro), ambos se involucran en la búsqueda de dos objetivos diferentes: ella estará detrás de una Mac que tiene documentos confidenciales que fueron confiados por su jefe, mientras que Alejandro la ayudará (porque él tiene la computadora en cuestión), mientras intenta convencerla de que es un buen prospecto para que se le conceda la Visa.

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    Una de mariachis

    Todos telegrafiamos en qué terminará Amor a Primera Visa. En realidad no hay ningún cambio en la historia y en su ejecución. Anticipamos que ambos terminarán enamorados, sabemos que en algún punto la verdad saldrá a relucir entre tantos enredos y los protagonistas terminarán distanciados por una mentira que, aunque se intentó aclarar, nunca pudo ser explicada, además de que tenemos a Omar Chaparro en el apartado del humor.

    Y aunque no salir del cliché establecido podía sentirse como algo malo, resulta no ser el principal problema de la película, sino que las motivaciones de los personajes no se sienten genuinas, y en una trama con tintes románticos los sentimientos que transmiten los personajes son claves para disfrutar una historia, aunque ya sepas en qué termina.

    Recuerdo estar durante toda la proyección de Amor a Primera Visa preguntándome por qué Alejandro quiere alejar a su hija. ¿Por qué no intentar de nuevo el trámite consular? ¿Por qué sigue trabajando sólo como mariachi? ¿Por qué le oculta la computadora a Rachel cuando pudo haberle servido como un buen argumento desde el principio? ¿Por qué ella quiere seguir los pasos de su padre cuando fue lo que más detesta? ¿Por qué la maestra de inglés odia a la niña y a su padre?

    Amor a Primera Visa | Crítica
    El clásico padre soltero bueno para nada.

    Durante todo el largometraje estarás cuestionándote éstas y muchas cosas más. El guion no tiene sentido, las situaciones simplemente proyectan una necesidad imperativa de formar una historia romántica que no se detiene a explorar las motivaciones que llevan a los personajes a cometer sus errores, y sólo se sienten como un berrinche.

    No se aceptan comparaciones

    Después del (por muchas personas odiado) éxito de No se Aceptan Devoluciones, las comparaciones entre ambos exponentes del cine mexicano no se hacen esperar. Mientras que la cinta dirigida y protagonizada por Eugenio Derbez intenta imprimir su propio estilo (bueno o malo) a un cuento de sobra conocido, Amor a Primera Visa no se arriesga a intentar nada en este renglón y se guía por la única premisa de que el amor mágicamente solucionará todo.

    Aunque seamos sinceros, no todo en es malo este filme, tengo que ser enteramente honesto con ustedes. El cine mexicano ha sido un constante problema para mí; el que las obras de cine “negro” mexicano sean levantadas como única propuesta para exportar es algo que considero sinceramente estúpido.

    Amor a Primera Visa | Crítica
    Aunque no lo crea, es Omar Chaparro.

    “En Estados Unidos se hacen diez Iron Man y dos Precious, la gente mira esas dos obras y dicen: ‘¡Qué gran película!’. Mientras que en México se hacen diez Precious y solo dos Iron Man y la gente critica a los que intentan hacer algo diferente”. Dejando a un lado las obvias diferencias pero siendo sinceros, así es.

    No tengo porqué justificar las fallas de la película, pero es cierto que intenta mostrarnos varios detalles tradicionales mexicanos que se han ido olvidado en el cine nacional. Los mariachis, los monumentos, la música, la gente, la comida mexicana, por lo que los mejores actores en Amor a Primera Visa sea la cultura, los lugares y la misma esencia mexicana que (aunque poco) se intenta resaltar.

    Con todas y esto, la fotografía, la música, algunos personajes que llegan a destacar, el humor (que siendo sinceros, es el que manejamos muchas veces en la vida diaria), el breve tour por la Ciudad de México y algunos aspectos rumbo a la conclusión hacen que nos quedemos en nuestros asientos. A pesar de todo soltarás risas discretas y carcajadas culposas por el humor simple pero, en algunos puntos, efectivo.

    Amor a Primera Visa | Crítica
    Roberto Sosa interpreta al villano de la película.

    Amor a Primera Visa tiene muchísimos fallos, pero estaría siendo deshonesto con todos ustedes si no les dijera que me divertí con esta comedia romántica. Es la clásica obra estándar del género que cumple con entretener, aun sin poderla recomendar abiertamente.